Los movimientos magisteriales en Morelos, Guerrero, Quintana Roo, Michoacán y Oaxaca en rechazo de la Alianza por la Calidad de la Educación son naturales y parte del costo social por una reforma educativa, afirmó Blanca Heredia, directora en México de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Para la funcionaria, el paro de labores en Morelos fue un levantamiento “muy fuerte”, pero las acciones tomadas por los profesores son “fricciones normales”, porque no es fácil terminar con la costumbre de obtener una plaza por intercambio de favores o por transacción.
“Es un gran esfuerzo aprender que (los conflictos) son por el tránsito de un sistema poco claro de asignación de plazas docentes a uno basado en el mérito”, señaló.
En la presentación del diplomado en línea para docentes Competencia lectora. Un enfoque para la vida y el aula, la representante de la OCDE insistió en que las resistencias a los cambios en el magisterio, en especial la herencia y venta de plazas, siempre va a ocasionar rebeliones, pero que han sido menores.
“Cuando uno quiere cambiar algo tan grande como la educación de un país, eso tiene costos, cuesta trabajo y genera fricciones, pero hay que dimensionarlo, porque son 32 entidades federativas y tuvimos problemas muy fuertes en un estado”, apuntó al referirse al paro de 84 días en Morelos.
Enfatizó que los conflictos magisteriales no se equiparan con el esfuerzo de la alianza que pactó la SEP con el SNTE, porque esto representa dejar de obtener una plaza “que se ha visto como patrimonio o que sea transable, en el sentido técnico de la palabra, o vendible”.
A pesar de que México se ha retrasado en asignar plazas mediante exámenes, Heredia Rubio puntualizó que hay un proceso de transición hacia los concursos, que es parte central de la ACE, y va hacia un “sistema meritocrático”.
Tras señalar que el SNTE tiene un peso político y que la política educativa es sensible y que fácilmente se vuelve un tema complejo, subrayó que es difícil imaginar una reforma educativa que no involucre a los maestros y que es trabajo de largo plazo.
Para la funcionaria, el paro de labores en Morelos fue un levantamiento “muy fuerte”, pero las acciones tomadas por los profesores son “fricciones normales”, porque no es fácil terminar con la costumbre de obtener una plaza por intercambio de favores o por transacción.
“Es un gran esfuerzo aprender que (los conflictos) son por el tránsito de un sistema poco claro de asignación de plazas docentes a uno basado en el mérito”, señaló.
En la presentación del diplomado en línea para docentes Competencia lectora. Un enfoque para la vida y el aula, la representante de la OCDE insistió en que las resistencias a los cambios en el magisterio, en especial la herencia y venta de plazas, siempre va a ocasionar rebeliones, pero que han sido menores.
“Cuando uno quiere cambiar algo tan grande como la educación de un país, eso tiene costos, cuesta trabajo y genera fricciones, pero hay que dimensionarlo, porque son 32 entidades federativas y tuvimos problemas muy fuertes en un estado”, apuntó al referirse al paro de 84 días en Morelos.
Enfatizó que los conflictos magisteriales no se equiparan con el esfuerzo de la alianza que pactó la SEP con el SNTE, porque esto representa dejar de obtener una plaza “que se ha visto como patrimonio o que sea transable, en el sentido técnico de la palabra, o vendible”.
A pesar de que México se ha retrasado en asignar plazas mediante exámenes, Heredia Rubio puntualizó que hay un proceso de transición hacia los concursos, que es parte central de la ACE, y va hacia un “sistema meritocrático”.
Tras señalar que el SNTE tiene un peso político y que la política educativa es sensible y que fácilmente se vuelve un tema complejo, subrayó que es difícil imaginar una reforma educativa que no involucre a los maestros y que es trabajo de largo plazo.
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